¿Has notado que sientes algún dolor al bostezar o un ruido en la mandíbula al abrir o cerrar la boca? ¿Tiene dolores de cabeza constantemente?
Puede ser que sufras un trastorno de la articulación témporo mandibular (ATM).
Esta articulación une a la mandíbula con el cráneo y puede sentirse colocando los dedos por delante de las orejas y abriendo la boca o moviendo la mandíbula de lado a lado.
Esta articulación es la que nos permite hablar y masticar y cualquier factor que evite que funcione correctamente puede derivar en un trastorno que incluye dolores y ruidos al abrir y cerrar la boca, dolores de cabeza, de oído, mareos e incluso un bloqueo que no deja cerrar la boca después de abrirla.
Las causas más comunes son: mala oclusión, pérdida de piezas dentales, traumatismo mandibular y bruxismo (hábito involuntario de rechinar o apretar los dientes) entre otras.
El tratamiento depende de la causa. Si no tratamos este tipo de disfunciones sus síntomas pueden empeorar y podría hasta llegar a la necesidad de una cirugía.
Mala oclusión.- Para corregir la mala oclusión debido a la mala posición de los dientes se necesita un correcto tratamiento de Ortodoncia.
Al estar alineados los dientes la mordida va a provocar fuerzas bien distribuidas en la masticación lo que ayuda a evitar desgastes en la articulación.
Pérdida de piezas dentales.- En éste caso la única solución es reemplazar las piezas perdidas para recuperar una buena oclusión.
Traumatismo.- Cuando la causa ha sido un traumatismo el tratamiento puede incluir: fármacos, fisioterapia de la ATM, láser, acupuntura, infiltraciones o tratamiento quirúrgico.
Bruxismo.- Esta enfermedad se debe al estrés. Para evitar que los dientes estén en contacto y se desgasten, se coloca una Placa Miorelajante que ayuda también a desprogramar la Articulación para protegerla.
Para evitar llegar a la disfunción de la ATM se aconseja:
- Cuidar las piezas dentales para no perderlas.
- Si se perdió una pieza dental siempre reemplazarla rápidamente.
- Usar ortodoncia en caso de tener dientes apiñados o mala mordida.
- Evitar realizar movimientos amplios de la mandíbula.
- Aprender técnicas de relajación para controlar el estrés y la ansiedad.