Seguro que no sabías que los cepillos de dientes tienen millones de bacterias.
Aquí te damos tips para evitar que tu cepillo sea casi un inodoro:
- Lávate las manos antes de cepillarte los dientes para evitar que las bacterias de tus manos terminen en el cepillo y en tu boca.
- Enjuaga el cepillo de dientes con agua caliente por lo menos una vez al día.
- Cambia el cepillo después de haber estado enfermo, por ejemplo, gripe.
- Cada semana deja el cepillo sumergido en agua con unas gotitas de cloro. Esto ayudara a matar a la mayoría de bacterias que se han ido acumulando. Antes de usarlo lo enjuagas bien para retirar el cloro.
- Nunca utilices el cepillo de dientes de alguien más. Aunque sea tu pareja, hay bacterias que no deberían compartir, incluso enfermedades bucales que se pueden contagiar por este medio.
- Cambia tu cepillo de dientes cada 2 – 3 meses. Es el tiempo en el que las cerdas ya no funcionan bien y han acumulado demasiada cantidad de bacterias. Es mejor comprar uno nuevo.
- Evita poner los cepillos de tus hijos junto con los de los adultos. Los adultos tenemos diferentes tipos de bacterias que no queremos pasar a la boca de nuestros hijos, es por eso que ellos deben tener sus cepillos en otro lugar para evitar contaminación cruzada.
- No dejes tapado tu cepillo de dientes cuando todavía está húmedo. La humedad crea el ambiente perfecto para que las bacterias proliferen. Es mejor taparlo cuando ya está seco.