Si tomas un helado o un sorbo de café y te resulta una experiencia dolorosa, o si a veces al cepillarte o pasarte el hilo dental hace que salga de ti un gesto de dolor, entonces es posible que sufras de dientes sensibles.
En general, la sensibilidad en todos los dientes o al menos la mayoría de ellos, se debe a la debilitación del esmalte o la exposición de las raíces de los dientes.
La dentina que está por debajo del esmalte tiene en su interior una gran cantidad de pequeños tubos que están compuestos por terminaciones nerviosas que se llenan con líquido. El calor o el frío provocan que el líquido se desplace por los tubos de la dentina, generando dolor. La dentina se expone por la debilitación del esmalte y éste a su vez se debilita por algunas razones.
- La razón más común es cepillarse los dientes con mucha fuerza o con un cepillo de cerdas duras.
- También existe el bruxismo que es la enfermedad que hace rechinar los dientes.
- La enfermedad periodontal que ataca a la encía, hueso y tejidos de soporte del diente por lo que la encía se puede retraer dejando expuesta la dentina y causando sensibilidad.
- La edad también es un factor importante ya que al pasar los años, el esmalte de nuestros dientes se va perdiendo como parte de un ciclo natural y fisiológico.
- Tomar o comer alimentos muy ácidos es otra causa común de desgaste del esmalte.
¿Qué ayuda a calmar la sensibilidad dental?
Cambios simples en tus hábitos alimenticios como evitar las bebidas ácidas, una buena higiene bucal que incluya un cepillo de cerdas suaves y una técnica adecuada, y lo más importante, la visita a tu Odontólogo para que descubra la causa de la sensibilidad y la pueda tratar en el caso de que se necesite un tratamiento o te explique la técnica adecuada de cepillado y recomiende el cepillo dental para tu caso.
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